Lo del botellón es un problema, está claro. Pero eso de prohibir beber en la calle parece una solución demasiado fácil... siempre que el problema sea la ingestión indiscriminada de alcohol entre los jóvenes, claro. Pero la realidad es que no nos ponemos de acuerdo en definir el problema. Si se bebiera lo mismo, pero en silencio y no dejando las calles llenas de mierda, ¿existiría este debate? Creo que no: se gastarían unos millones al año en publicidad 'educativa' tipo 'fumar provoca cáncer'... y a correr. Lo que nos molesta es que nuestros cascos viejos huelan a meado, las voces abajo en la plaza no nos dejen dormir, y que algún crío mamado nos rompa de una patada un retrovisor.
La permisividad social hacia el alcohol es casi total. Ese sí que es un problema grave. Ante eso, prohibir beber en la calle me parece meter la mierda debajo de la alfombra.
miércoles, febrero 13, 2002
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario