La prensa, por detrás. Lo que cuenta este editorial de La Nueva España ya lo sabíamos la mayoría de los asturianos desde hace años. Y ahora parece que están descubriendo la pólvora. Durante 12 años cogí un autobús en Gijón para ir al colegio a Llanera, mucho más cerca de Oviedo. Los viernes me iba en tren de Gijón a Noreña, y de allí a Meres, para los sábados por la mañana jugar al baloncesto el campeonato municipal en Lugones, Oviedo, u Olloniego. Unos sábados salía por Pola de Siero y otros por Oviedo. Y muchos por los dos. Mi abuela compraba más en el Pryca de Oviedo que en cualquier supermercado de Gijón. Y me acuerdo que cuando abrió Alcampo con sus precios tiradísimos, iban hasta allí desde todas las esquinas. Y cualquiera que viva en la zona os contaría decenas de ejemplos parecidos. Desde Colloto al centro de Oviedo (unos 5 kilómetros), se tarda prácticamente lo mismo que desde casa de los abuelos de Carletto en Gijón al mismo centro de Oviedo (29 kilómetros), porque lo que lleva tiempo es entrar en la ciudad y aparcar el coche. Y ahora viene la prensa regional a descubrirnos lo evidente. De todas formas, es un buen editorial para el que no sepa de qué estoy hablando.