lunes, diciembre 15, 2003

"Anónimo" y "Premio Nobel" se me antojan sinónimos las más de las veces. Uno de estos casos es el de Kenzaburo Oe, ganador el Nobel de Literatura en 1994. Desconocido para gran parte de Occidente, ídolo en su Japón natal, Oe ha sido comparado con Dostoievski o Celine entre otros. Uno de los mejores novelistas de la posguerra, se dice. Para mí, un genio, un Grande. Obras como "Una cuestión personal", "El grito silencioso", "La presa" forman parte de mi universo-mundo. Recomendarlo es poco.

domingo, diciembre 14, 2003

Con tanto ajetreo se nos ha pasado el segundo aniversario de Moustros. El pasado 8 de noviembre esto cumplió dos añitos, así con la tontería. Eso quiere decir también que se acerca la segunda tercera Navidad del blog. No sé si empieza a ser tradición, pero curiosamente los últimos meses del año suelen ser flojos en nuestra actividad en la blogosfera. Y yo el primero, que llevo una temporadita bastante out. El trabajo, ya sabéis.
Acabo de ver Los Ángeles de Charlie (2000) y a parte de pasar una hora muy entretenida he alucinado con la desfachatez para calcar las escenas de acción de The Matrix (1999). Aunque ayer estuve en una charla en la que el ponente habló por encima de la "crisis de lo original" (o algo así, no recuerdos los términos concretos), y da mucho que pensar, la verdad. De paso, recomiendo algo que no he visto: la exposición Cocos (copias y coincidencias), en la Sala Zuazo de Nuevos Ministerios (Fomento). Está hasta el 18 de enero, a ver si paso por Madrid y me acerco.

miércoles, diciembre 03, 2003

Pues yo también he llegado a distintas conclusiones sobre el ser humano últimamente, sobre todo, analizando la cartelera del cine. En ella tenemos "Love actually", que es la enésima película de Hugh Grant en la que se repite la banda sonora, el guión, el personaje... ni las palomitas me sentaron bien.
Seguimos. "Crueldad intolerable", película de ciencia ficción sobre cómo un hombre se percata de que una mujer está con él por dinero y no sólo eso, sino que desbarata el plan de ella gracias a su astucia!!. Lo dicho, ciencia ficción.
Y por último, "La maldición", curiosa película en la que se ven claramente las diferencias culturales que hay entre occidentales y orientales en esto del miedo. En occidente, es imprescindible una rubia suficientemente tonta como para acercarse a los rincones oscuros, donde obviamente, se esconden los espíritus, así como para apartarse del grupo, y dar lugar a que la asesinen impunemente, o gritar lo suficientemente alto para ser descubierta por el psicópata protagonista. Bien. Nada de esto ocurre en "La maldición", donde al ser orientales uno acaba confundiendo los nombres y las caras de los personajes, y cuando además les da por resucitar una vez muertos, el caos es total.