martes, febrero 18, 2003

Transcribo aquí un relato en primera persona de un momento de la manifestación del sábado 15 en Madrid.

Mónica Cores:
Pedaso manifestación en Madrid, apenas podías moverte, y encima tuvimos la suerte de presenciar la conquista de un cartel inmenso que cubría una fachada de la calle Alcalá, de las Fuerzas Armadas. Un grupo de chicos encapuchados subieron a la primera planta del andamio donde erguía el cartel, lo primero que hicieron fue tantear el terreno pintando con sprays gritos tipo: "NO A LA GUERRA", "BUSH ASESINO". Todo el mundo aplaudía ese acto de rebeldía que les situaba en una posición privilegiada. Fueron tomando terreno y en menos de dos minutos estaban cinco chicos el lo alto del encofrado desatando las cinchas que sujetaban el cartel. Eso sí, con parada en el camino haciendo un corte en el pecho de un marino y atravesando con una bandera pirata el corazón.
Todo duró unos diez minutos, se oían sirenas de policía pero el acceso a ese punto de la calle era imposible o quizás muy arriesgado para la masa de gentío que abarrotábamos el lugar. Una vez conseguida la bajada de cartel sacaron otro cartel casero que llegaba hasta la mitad del encofrado, un graffiti reivindicativo y una bandera con las palabras NUNCA MAIS en el centro. Por unos segundos se convirtieron en héroes de muchos espectadores que encantados por el acto aplaudieron eufóricamente. Lo cierto es que me gustó mucho vivir ese momento aunque los medios de comunicación no lo hayan ni mentado.
Como podéis comprobar ha sido una manifestación muy política en todos los sentidos, pero bueno, había que estar ahí.

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