martes, febrero 11, 2003

Creo que me he perdido el documental, tristemente, porque me gusta que la élite dirigente se tome la molestia de adoctrinarme antes de mandarme a la cama con la duda de si presto mi apoyo moral a la guerra o no lo presto, en cuyo caso debería unirme a la plataforma de boicot bélico que tontos, franceses y cómicos integran últimamente. La verdad es que todo esto me recuerda al gran Gila. Una vez contaba algo así: "Un día salí a la calle, y de repente, me encuentro con una pelea brutal en una esquina: cuatro individuos grandes como un oso y con pasamontañas golpeaban salvajemente a un enano. Me asaltó la duda y pensé: ¿me meto?, ¿no me meto? Total, que finalmente me metí en aquella pelea, y entre los cinco pusimos al enano que no lo conocía ni su madre".

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