martes, diciembre 11, 2001

Nacho hablaba el otro día de las comerciales Navidades que nos esperan a todos, y aquí va otro dato que se añade a lo ya prosaico del tema navideño: el euro. En plena etapa de transición, se plantean un par de problemas como ¿en qué moneda se cantarán los premios de la lotería de Navidad? En teoría, debería ser en ambas. Si eso es así, habrá un sorteo "sumario" que habría que interrumpir para escuchar las doce campanadas. Segundo problema: el 25% de las gasolineras están aprovechando la coyuntura timando al consumidor (yo he sido vícitima). El timo consiste en que pides 2000 pelas de gasolina y te cobran 12,2 euros en vez de 12,02. Y es que ya lo decía la monja que nos daba mates en el colegio: "son muy útiles para la vida". Y efectivamente, hay cosas como los senos... de equis con un número de utilidades que tiende al infinito: sirven para animar a las tropas (ya lo decía Nacho), para cantar con un embudo en cada uno (caso Madonna), para despistar al enemigo (caso Lara Croft), para asustar a la gente con la globalización (caso Yola Berrocal)... pero jamás pensé que el sistema métrico decimal llegara a tanto. Chicos, llevad la calculadora, la escuadra y el cartabón al Corte Inglés, porque puede haber sorpresas. Puede que cuando el jefe vaya a comprarse el libro de Leguineche (hazlo pronto, Rafa, o sacará otro antes de que lo leas) o cuando los demás vayamos a por el patín revolucionario con el que soñamos preguntemos: "¿Cuánto es?". Y, entonces nos digan eso de: "Son diez mil!! pero además, póngame por aquí una firmita y por aquí detrás me desarrolla el binomio de Newton y me resuelve esta suma de vectores".
(Por cierto, Alejandro; no me examino en primavera. Mi preparador dice que ir por ir... es tontería, y aún no hemos terminado el programa).

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