lunes, junio 10, 2002

Ayer vi El hijo de la novia, en vídeo. Aunque en Pamplona aún sigue en cartelera. Y me arrepiento, mucho, de no haberla vista en el cine. De la carcajada al nudo en la garganta en segundos, en décimas de segundo. Y así durante dos horas. Si aún queda algún vago como yo que no la haya visto, que no se la pierda. Aunque tenga que verla en la tele de casa. Siempre me acuerdo de cómo lloraba Héctor Alterio entre escena y escena del rodaje de La Regenta, concentradísimo para meterse en el papel. Impresionante.

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