domingo, febrero 08, 2004

Me había dejado yo sin ver El aceite de la vida (Lorenzo´s Oil) (1992) hasta esta tarde y con ello ya doy el fin de semana por bueno. Una película de ésas en la que te sientes orgulloso de verdad de sus protagonistas. Sobre todo, porque sabes que los hechos son reales. Además, me ha reconciliado con Nick Nolte, al que hoy he decidido perdonarle su Príncipe de las mareas. (Por cierto, su película anterior (1991), en la que demuestra lo mal que lo puede hacer un actor buenísmo). Infalible Susan Sarandon. Un acierto Peter Ustinov.

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