miércoles, marzo 19, 2003

Hay santos y santos. San José es posiblemente el santo estrella. Absolutamente a todos los josés se les felicita el santo. Hoy todo el mundo es consciente de que es el día del padre, San José. Se acuerda uno de los pepes cercanos y se les llama. Otro santo de división de honor es Santiago, aunque con esto de que ya no siempre es fiesta -cierra España unos años sí y otros no- y de que cae en verano, no alcanza la repercusión de San José.

Por cierto, el verano nos lo anuncia San Juan, otro ilustre que se afianza, aunque bien es verdad que como la fiesta es la víspera, el mismo día, de resaca, no todos nos acordamos de los juanes. Tampoco lo hace mal San Jorge el 23 de abril, con el cuento de la fiesta en Cataluña nos enteramos por el telediario viendo libros y rosas, y nos acordamos de nuestros jorges. Y en este grupo de perseguidores de San José, aunque algo rezagado, incluiría a San Miguel, el "arcángel eclipsador": no hay nada más humillante un 29 de septiembre que estar con un Miguel y que le feliciten a él... cuando también es tu santo. Por supuesto, si te llamas Gabriel, ya debe de ser un auténtico martirio salir de casa ese día.

Y se puede pensar, "claro, los nombres más comunes y de santos más relevantes son los que recordamos". No es del todo cierto. Hay santos de mucho nombre que no se felicitan: preguntadles a los pedros, fundadores de la Iglesia, que ni siquiera compartiendo día con los pablos hacen fuerza suficiente para comerse un colín. O nombres de los que tenemos cuatro en el móvil y no tenemos ni idea de su santo... ¿Manolo, Carlos?

Sin embargo, hay santos de lo más popular que se reparten entre poquísimos. Esos sí que tienen suerte. A los valentines, es que los fríen a felicitaciones, de verdad. Tampoco es fácil dejar de llamar a ese Fermín que todos conocemos, aunque no sea íntimo. Y algo parecido pasa el 15 de mayo con San Isidro.

Eso sí, la Iglesia es sabia y sabe reconocer sus errores, incluso por anticipado. Pone un Todos los Santos allí, y un Santos Inocentes allá y se cura en salud, como esos que al recibir un premio dicen al empezar: "Son tantos que seguro me olvido de alguno".

Lo que está claro es que el santoral es la agrupación más machista que conozco, por mucho que mande María el 15 de agosto y brillen un poco las Inmaculadas.

Aunque lo peor, sin duda, es llamarse Jesús: en teoría eres el jefe y montas una fiesta que se sale, la única en la que al día siguiente no está permitido tener resaca. Mucha celebración... pero no te felicita ni cristo.

No hay comentarios: