jueves, abril 18, 2002
Ayer cambié a la selección por El embrujo de Shangai. Ya véis el interés que me suscitan estos amistosillos: sólo sirven para hacernos creer -un año más- que se puede conseguir algo en el Mundial, y para que el Raulito engorde sus cifras y se convierta rápidamente en el máximo goleador de la historia de la selección. Espero que cuando eso ocurra, en las mismas portadas aparezcan las selecciones a las que ha marcado y cuántos eran amistosos o partidos intrascendentes. Buscad estos datos, son de risa.
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