jueves, noviembre 08, 2007

Como cada día

Como cada día, cuando la jornada laboral toca a su fin, me duele la espalda (de un golpe que me di de cuando adolescente y tonterías). Ladeo entonce el cuello a derecha e izquierda y suena crak-crak y parece que todo encaja. Todo encaja menos lo que realmente tiene que encajar. Apago y me voy. Como cada día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bien por tu breve relato.
al final todo encaja
dicen que es cuestion de tiempo.

no sé.