viernes, febrero 23, 2007

Una décima de segundo bastó para demostrar que es, fue y será un genio. Y apenas una décima de segundo duró el concierto (bueno duró una hora y diez, que es poco, y que pasó más rápido aún). Yá hace dos años me hizo lo mismo en el Jovellanos de Gijón... Ayer en Oviedo, 5o minutos de concierto, 10 minutos de bises y para casa... para qué más. Pero le perdono todo. Además, dice el refranero que lo bueno si breve dos veces bueno. Fue un concierto para auténticos incondicionales, para los que tenemos todos sus discos y nos sabemos todas sus canciones (no sólo las de moda o las últimas)... y yo se lo agradezco. Sólo tocó 1 canción de su último disco y apenas 2 del anterior. El resto fueron todo viejos temas: San Antonio, Océano de Sol, Elixir de Juventud, Anatomía de una Ola, Se dejaba Llevar, La Última Montaña, Esperando Nada, El Sitio de mi Recreo, Angel Caído, y por supuesto la Chica de Ayer (que parece ser que es la única que el 80 % de los allí presentes conocía). Un concierto muy guitarrero, un concierto maravilloso... aunque se dejó varios temas imprescindibles en el fondo del bolsillo de sus esqueléticos pantalones negros. Lo peor, nada. Lo mejor, todo. El sí que es un galáctico. Antonio Vega.

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