martes, mayo 27, 2003

Vaya rostro que tienen los bancos últimamente. Han aumentado todas las comisiones de forma desproporcionada en los últimos meses. Y claro, si a eso le sumamos el clásico trato hacia el cliente que se maneja por Pamplona...

Ayer me enteré de que Caja Navarra me ha empezado a cobrar 7.50 € de mantenimiento de una libreta de ahorro cada seis meses. "Por el servicio que le ofrece la Caja", me han dicho hoy en una oficina. "Por el servicio de hacer negocio con mi dinero, quiere decir usted, ¿no?", le contesté. Pero nada, esos primeros 7.50 € no me los devuelven. Y encima, no me enteré de que me los iban a cobrar porque no me llegan las cartas a casa, misteriosamente.

- Pues me está usted obligando a cancelar la cuenta", le digo.
- Usted verá si le compensa más cancelarla o seguir disfrutando de los servicios.

Después de que Caja Navarra perdiera un cliente fui a recoger unas fotos tamaño carnet que me había hecho el sábado por la mañana y pagado por adelantado. Aparco el coche en doble fila y me encuentro un papel pegado con celo en la puerta de cristal de Foto Auma: "Vuelvo en cinco minutos". Me pongo a esperar mientras mi enferma mente correctora desea cambiar el "en" por un "dentro de" cuando observo que dentro está la dependienta. Habían pasado ya unos 3 minutos.

Me muevo adelante y atrás del escaparate, haciéndome notar un poco, mirando dentro hasta que ella me ve... y continua organizando sus cosas. Unos 4 minutos después me abre sin decir palabra. Me acerco mudo al mostrador y dejo encima el resguardo de las fotos. Sin ni siquiera mirarlo me pregunta:

- ¿Son tuyas las fotos?
- Sí.

Agarra una caja de cartón estrecha y larguísima, con unas cien minicarpetitas de fotos tamaño carnet, la deja encima del mostrador y me dice:

- Pues búscate.

Estaba el cuarto o el quinto... por el final de la caja, por donde empecé, afortunadamente.

Y salí de allí preguntándome: "¿Le cobrará comisiones la Caja a la mujer de la tienda de fotos?".

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