"Bill Watterson dibuja unas mesillas de noche maravillosas, una habilidad que admiro. También dibuja excelentes salpicaduras de agua y sofás y sillas y lámparas y bostezos y gritos, y todas esas cosas que hacen de un cómic algo divertido. Me gustan los bracitos de Calvin y sus zapatos, que parecen panecillos. Dibujar un cómic es infinitamente más importante de lo que imaginamos, ya que nuestro medio debe competir con otros entretenimientos, y si un dibujante de cómic se limita a ilustrar un chiste, está perdido. Calvin y Hobbes, sin embargo, contiene imágenes hilarantes que no tienen equivalente en otros medios. En resumen, es gracioso, y eso es lo que convierte el trabajo de Bill en un éxito digno de admiración" (Charles M. Schulz)
Le he robado al creador de Snoopy estas palabras que creo que ilustran bien lo que es el mundo de Calvin. Para mí, en su momento, Calvin y su tigre de peluche Hobbes fueron una revelación sin igual. Y desde hace ya muchos años no hay noche que me acueste sin leer y leer y volver a leer alguna de sus tiras. Calvin es el travieso más bueno del mundo. Nunca pensé que podría llegar a querer a un niño de colores... y a su tigre.
jueves, mayo 13, 2004
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