Yo todo preocupado volviendo al trabajo un día después de lo previsto y por aquí no hay un alma. La Facultad cierra a las dos de la tarde y en la biblioteca no ponen ni el aire acondicionado porque no hay ni quien pase calor. Es una alegría saber que agosto es aún agosto, ¡qué coño! Y eso que mañana empiezan los exámenes de septiembre.