Este fin de semana el sol brilló de lo lindo y a la playa me fui a ligar bronceado fino. Unos "emparedados", la botellita de agua fresquita, la toalla, La Trilogía de Nueva York de Paul Auster y vamos que nos vamos que nos sube la marea... De camino, a dos manzanas de mi casa recojo a la sirena más hermosa del mundo y un-dos-tres-splash. En 20 minutos estamos desafiando a Lorenzo bien untaditos de factor 12, 11, 10, 9, 8... Tras varias horas de coger color, calor y un par de olas zurdas dirigimos nuestros neumáticos al Carlos Tartiere para ver el partido del Real Oviedo-Ávila. Gorra para el sol de cara, camiseta de “Yo no abandoné al Oviedo en tercera“, cartucho de pipas y a sufir... Resultado final: 0-0. Resultado final, el Oviedo supera la primera fase del ascenso y ya está a sólo un paso de ascender a segunda B (nos lo jugamos todo a una eliminatoria, ida-vuelta, contra el Arteixo de La Coruña, los dos próximos fines de semana). Para mayor alegría, el engendro, el plagio del ACF (los que no sean de Oviedo no lo entenderán, rivalidad entre equipos, otro día lo explico) quedó eliminado y por lo tanto, el próximo año jugarán de nuevo en tercera. Sólo espero que en los domingos venideros vuelva a lucir el sol, vuelva a ligar bronceado junto a mi sirena preferida y vuelva a ganar el Oviedo. Y mis ojos que lo vean.
lunes, junio 14, 2004
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