martes, abril 01, 2003
Todos lo hemos visto. En la prensa, en los telediarios. Ese niño (y otros tantos) abrasado vivo, sin brazos, sin padres, sin hermanos, sin abuelos, sin casa, sin futuro, sin casi presente... No quiero comentar nada más, no puedo comentar nada más... Lo mejor de todo, es que, todavía, esa inocente criatura tendrá que agradecerle a los liberadores americanos el haberle liberado de la carga tan dura que tenía, del pasado tan horrible vivido, del futuro espantoso que le esperaba... El caso es que llegará la ¿democracia? a Irak (eso dicen) y con ella la prosperidad y todo eso. Más intuyo que a este pobre niño le dará igual, pues no creo que pueda ya jugar nunca una partida de game boy con su hermano muerto y sin sus brazos. Demagogia, dirán algunos. Es así de jodidamente duro, digo yo.
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