Iba yo a escribir algo sobre los últimos minutos de diplomacia (the last time, según una expresión conocida por el jefe de este blog) pero quizá me toca a mí el turno de réplica en nombre y con el permiso de mis compañeros, en especial de Gustavo (por alusiones). Debo decir que aquí en Granada también tenemos seguidores, y a todos os envío un saludo. Pero también reconozco que este blog ha sido desde hace año y pico punto de reunión de conocidos y menos conocidos que han ido compartiendo partes a veces muy trascendentes y dolorosas, de sus vidas y que han llegado a convertirse en amigos (buenos amigos, en mi opinión) que bromeamos (sobre todo, una servidora), nos recomendamos películas, criticamos o elogiamos la actualidad... y a veces divagamos, sin más (como yo), siempre con respeto. Desde luego, y a mucha honra, la más irreverente e indisciplinada, anárquica y escéptica del grupo soy yo, (de hecho he sido amonestada en alguna ocasión), y conociendo y practicando estas actitudes con frecuencia, seguramente moleste a más de uno, pero ninguno de nosotros hemos tenido esa intención jamás. Si no, no nos aguantaríamos los unos a los otros, ¿no?... Un beso, chicos. Gustavo, creo recordar que es tu cumpleaños un día de estos, pero no estoy segura. Avísanos (a mí y a tus seguidores/as granadinos/as).