Por fin he podido tomarme unos días de vacaciones (los diez días que necesitaba desde hace meses). Qué os cuento de Viena... por dónde empiezo. Amantes de la música, de la arquitectura, de la historia contemporánea, de la Edad Media, del positivismo jurídico, de la pintura... Viena es un museo de arriba a abajo. He visto tocar el piano a tres de los mejores pianistas del mundo (Zimmerman, Lang y Pollini), he visto "El beso" de Klint a menos de medio metro de distancia, las tumbas de Mozart, Beethoven, Mahler, la familia Strauss, Schumman, los edificios más emblemáticos de Adolf Loos y Otto Wagner, la Opera, el busto de Kelsen en la facultad donde impartió clases, he bebido vino hirviendo (muy típico, ya veis), he visto (de lejos) el campo de concentración de Mattahusen, las montañas y lagos por donde escapó la familia Trap y los escenarios de muchas más pelis, como "El tercer hombre" y "Sissi emperatriz". ¡¡¡¡Ayyyyyy, qué ganas de volver a escaparme otra vez!!!!