Ya es casualidad que miss y míster España sean de Málaga ( curioso espectáculo, por cierto, ver desfilar con orgullo a tanto veinteañero estudiante de bachillerato) después de pasarnos la semana viendo Marbella por la tele, y recibiendo mensajes de móvil de la gran orgía convocada para este pasado fin de semana en la playa de Málaga (pretendiendo superar a ese gran "encuentro en la cumbre" que fue el botellón de Granada, con más de 30.000 asistentes). ¿No deberían de estar concentrados todos los medios en el País Vasco, en la Audiencia Nacional, en Fernando Alonso o en Roberto Carlos, al menos? De todos modos, ya que el tema de fondo es el urbanismo, no me queda más remedio que decir algo, por decir ( y tomadlo como una más de mis gilipolleces). Para empezar, las competencias sobre ordenación del territorio, urbanismo y vivienda son siempre de las Comunidades Autónomas, nunca de los Ayuntamientos. Eso , al hilo de las entrevistas que está concendiendo a determinados medios ZP. Además de eso, se viene hablando de que hace falta un órgano que se encargue imparcialmente de controlar la legalidad de los actos urbanísticos, y tampoco es verdad, porque, desde el aparejador o el arquitecto que no firma un proyecto si no se ajusta a la legalidad hasta los jueces , en caso de conflicto, pasando por muchos otros profesionales ya nos encargamos de ello bajo nuestra responsabilidad. Y por último, sin perjuicio de que un día hable yo aquí de en qué consiste el fraude inmobiliario o el delito urbanístico, si uno llama al Ayuntamiento de Marbella, además de descargar para su móvil el tono/politono/sonitono de la psicofonía del Sr. Gil ahora que no hay nadie más allí, está hablando con uno más de tantas corporaciones municipales, que nadie lo dude, ni se escandalice.