jueves, febrero 16, 2006
Lobsang Rampa era un tipo fascinante se mire por donde se mire. Fue el gran introductor del budismo tibetano en Occidente. Recuerdo pacífica y gratamente como devoraba sus libros hace ya algunos años: El Tercer Ojo, El Médico de Lasha, La Caverna de los Antepasados, etc... Tibet en estado puro. Realmente recomiendo su serena lectura. Algunos decían, y a ún sostienen, que era un auténtico Lama, nacido a principios de siglo en Tíbet. Otros en cambio afirman que en realidad se trataba de un antiguo fontanero irlandés llamado Cyril Henry Hoskins que nunca estuvo en el Himalaya y cuyo conocimiento del budismo tibetano era más bien escaso... A día de hoy, su muerte sigue siendo un misterio y sus libros se almacenan indistintamente en las estanterías de filósofía oriental o ciencia ficción. Fuese Lama, fuese fontanero, el caso es que ha dejado una obra digna de ser leída. Si me apuras, hasta tendría más mérito escribir lo que escribió si realmente hubiese sido un fontanero irlandés que jamás hubiese estado en el Tibet. Lobsang Rampa.
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