jueves, julio 21, 2005
Parece que estos días seguimos hablando del Estado autonómico y de los conflictos negativos de competencias, esta vez, sobre montes y aprovechamientos forestales. En Galicia y Andalucía, es la Comunidad Autónoma quien asume esas atribuciones, pero aquí en Castilla-León, por ejemplo, la verdad es que la situación llega a extremos. La Constitución dice que las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en esa materia así como en la gestión en materia de protección del medio ambiente, pero claro, así resulta, que por ejemplo, que se ha aprobado una ordenanza en el Ayuntamiento de Palencia para prohibir ruidos de coches , petardos y sustancias nocivas; sin embargo, la central nuclear de Garoña depende directamente del Ministerio de Industria, las subvenciones a agricultores de un Reglamento del Consejo de la CE, y la protección de las aves en peligro de extinción la verdad es que nadie tiene ni idea de quién la organiza, así que no sabemos ante quién dirigirnos cuando la protección de las aves de presa nos pone en peligro a los demás . Consecuencia es que desde hace unas semanas, las carreteras, los campos, los bajos de los coches y hasta los sótanos de esta comarca están plagados de culebras, que , igual que el año pasado lo estaban de ratones, alimentados y distribuidos por miles para alimentar a las águilas. Los humanos de la zona sufrimos estoicamente un verano de botas altas, sobresaltos , invocaciones a los santos, blasfemias, aplastamientos de reptiles fortuitos y mucho suspense cada vez que miramos a los rincones oscuros.
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