Anteayer, en una provincia ajena, se me planteó uno de esos momentos en los que "hay que ir al cine", porque no queda otra. Los temo, los esquivo, pero muchos meses después me vi de nuevo en uno de esos trances.

Después de desechar los cines del Eroski, fuimos a los de El Corte Inglés. En teoría, en estas multisalas hay tanta oferta que puedes ir si mirar antes la cartelera en el periódico. Error.

Después de lamentar también la oferta en el segundo centro comercial, ya casi en el parking, volvimos para ver a un patético Jude Law en Alfie, a la que no pienso ponerle ni un link, ni negrita, ni nada. Lo peor que he visto pagando en mucho tiempo. Sin más.

Tendré que recuperar la tradición de llamar camino del cine, o en el videoclub, al que las ve todas.