No seré yo quien defienda a Rafael Vera, ahora bien, lo que si defenderé es que no exista la doble vara de medir, el doble rasero para unos y para otros. Resulta que ahora a Vera le dicen esto, cuando resulta que los Albertos, condenados por el Supremo y con su indulto denegado, aún campan a sus anchas por las calles de Madrid, Saint Tropez, Teruel o la conchinchina... y anda que no ha pasado tiempo ya.
jueves, noviembre 25, 2004
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario