Se ve que la gente anda aún más desconectada con la llegada de agosto. Me alegro. Para eso está el mes de vacaciones por excelencia.
Yo ya estoy empaquetando para mi escapada definitiva de Pamplona. Hoy he estado recogiendo la mesa de la biblioteca y he devuelto todos los libros que tenía prestados de la gente de Facultad. Por cierto: devolved los libros y los discos, es fundamental para el buen funcionamiento del mundo. Si todos lo hiciéramos, habría menos guerras, seguro. Además, si ya los hemos leído, no los vamos a volver a leer. Y si no los hemos leído todavía, seguro que tampoco. Aunque no es fácil devolverlos, porque ni siquiera el que los dejó se acuerda de ellos y nunca nadie reclama libros prestados. Pero suelen agradecer la devolución con una sonrisa de sorpresa, como diciendo "qué buen chaval que hasta devuelve los libros". Es como hacer un regalo.
Esta tarde tengo el primer "tomar algo antes de que te vayas" y he mandado un mail a la agencia de viajes para ver si emitimos el billete ya reservado. Entre unas cosas y otras, ha aparecido la sensación de momento de cambio importante, así de repente.
miércoles, agosto 04, 2004
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