Si es que nos manejan como quieren. Siempre ha sido así. Hoy es el aniversario de la muerte de Franco, y con motivo del evento el Congreso de los Diputados (formado en mayoría absoluta por descendientes consanguíneos y colaterales de falangistas) resuelve unánimemente la condena del alzamiento militar de 18 julio y la aprobación de ayudas a los exiliados y afectados de la guerra civil y la recuperación de la nacionalidad perdida. Esto es cinismo y lo demás, tonterías. Resulta que a día de hoy deben quedar 6 ó 7 exiliados en condiciones mentales propicias y con capacidad de querer y entender eso de la recuperación de la nacionalidad y las ayudas, pero desde luego, si están en su sano juicio, probablemente cojan ambas cosas (ayuda y nacionalidad) y se las tiren a Aznar a la cara (por no usar la expresión que estamos todos pensando). Seguramente a El Ferrol (cuna del general y de Jesús Vázquez) no llegue la marea negra, pero habría que ver qué recibía más ayudas, los pescadores o la limpieza de los monumentos más asaltados por los maleantes y gentes de mal vivir del país. Quizá habría que inyectarle nuevas subvenciones a la fundación Franco estos días, para sobrellevar la subida del marisco en Navidades (recordemos, Navidad o Navidades, pero con mayúscula, ¿verdad, jefe?).